El Semillero de Bio Arte está compuesto por un grupo dinámico de 20 jóvenes, con edades entre 12 y 18 años, que se han unido bajo el impulso de la Reserva Natural. Este colectivo creativo tiene como objetivo utilizar el arte como herramienta para la educación ambiental, fomentando el amor y el respeto por la naturaleza entre los más pequeños.
El semillero ha desarrollado una obra de teatro innovadora destinada al público infantil, que va hasta las escuelas cercanas a presentarlo, titulado "la perdida de un pueblo inocente”.
El Cuento Viajero combina elementos de teatro, títeres, narración y camishibai (teatro de caja y papel japonés). A través de esta puesta en escena, los jóvenes cuentan historias cautivadoras que no solo entretienen, sino que también educan a los niños sobre la importancia de cuidar y valorar los recursos naturales del territorio.
Incorporación de teatro y títeres que ayudan a contar historias de forma lúdica y atractiva.
Los jóvenes narradores dan vida a cuentos que despiertan la curiosidad y el amor por la naturaleza.
Este arte tradicional japonés se utiliza para contar historias, combinando ilustraciones y narración.
Proporcionar un espacio donde los jóvenes puedan explorar su creatividad a través del arte y la actuación.
Transmitir mensajes sobre la conservación de los recursos, principalmente el agua y el respeto por la naturaleza a través del teatro.
Involucrar a la comunidad, especialmente a los niños, en actividades que promuevan la conciencia ambiental.
Fortalecer habilidades interpersonales y de comunicación entre los jóvenes participantes.
Se presentó en escuelas locales y eventos comunitarios, llevando la magia del teatro a la infancia.
Mejorando las habilidades artísticas y comunicativas de los miembros del semillero a través de dinámicas interactivas.
Integrando los temas ecológicos en las historias presentadas, fomentando un aprendizaje significativo.
El semillero ha logrado inspirar a los niños y sueñan con convertirse en defensores del ambiente, creando un vínculo emocional con la naturaleza. A través del arte, sabemos que los mensajes sobre conservación resuenan más profundamente en la comunidad, promoviendo un cambio cultural hacia prácticas más sostenibles.
Los niños sueñan con convertirse en defensores del ambiente.
Creando un fuerte vínculo emocional con el entorno natural.
Promoviendo prácticas más sostenibles a través del arte.